No sé si os habréis dado cuenta, pero con los últimos coletazos del verano nos vemos bombardeados por artículos, reportajes y especiales de todo tipo en los que se nos aconseja cómo superar la depresión post vacacional. En mi caso por lo menos, es cierto que volver al trabajo después de unos días de no tener que poner el despertador se hace un poco cuesta arriba, y cuanto más tiempo has estado lejos de la oficina, más difícil es volver a la rutina. Sin embargo, quizás deberíamos concentrarnos un poco más en lo que hacemos durante el resto del año para evitar que el golpe sea tan duro. Al menos, esa es la idea que ha tenido el grupo Mountain Coworking Alliance.

A lo largo del último año se han abierto más de media docena de espacios coworking en estaciones de esquí de los EEUU con la idea de no sólo ofrecer un lugar de trabajo a autónomos y start ups locales; sino que mientras dure la temporada este invierno los coworkers que sean apasionados de la nieve puedan disfrutar de las pistas sin que por ello sufra su trabajo. Por otro lado, la iniciativa es muy similar al Coworking Visa: Cualquier miembro de un espacio adherido tiene derecho a trabajar dos días gratis en otro de los coworking que participan en la alianza, por lo que si quiere disfrutar de varios destinos a lo largo de la temporada puede también trabajar en varios puestos siempre que haya disponibilidad.

Ciertamente, uno no puede coger la maleta e irse de vacaciones siempre que siente ganas de desconectar, pero hay que mantener la mente abierta y pensar en alternativas para que el día a día no se haga tan pesado. Ya sea cambiar tu lugar de trabajo por unos días o hacer un hueco en tu agenda para esa actividad que te gusta.

Sobre todo, lo que más me demuestra está nueva aventura coworking-alpina son los puntos claves del coworking: flexibilidad, iniciativa, comunidad, dinamismo y por qué no, aventura. Así que ya sabéis, no lo penséis más y lanzaros a vuestro próximo reto.