Si además de leer nuestro blog nos seguís en nuestros perfiles de Facebook y Twitter (como estoy segura que hacéis ) habréis visto que nuestros posts generalmente se centran en el aspecto más cooperativo y humano del espacio. Y es que, si bien es cierto que ahorrarse dinero en el alquiler y demás gastos a fin de mes es un aspecto positivo de compartir oficina, no es la esencia del coworking.

Todos y cada uno de los coworkers venimos con la intención de emprender y aprender, cada día descubrimos algo nuevo, nos vemos inspirados de alguna manera y utilizamos las fortalezas de los demás para complementar las nuestras – tanto en nuestra vida profesional como en la personal. Y si observáis las fotos y los comentarios de otros espacios, veréis que no somos los únicos. El espacio coworking es un sitio donde puedes ser tú mismo, hablar con los otros miembros y proponer tus ideas. Pasas a formar parte de la innovación y sientes que marcas la diferencia de otra manera que si trabajaras en una simple oficina.

Sin embargo, no hay que dar por hecho que CoWork es sinónimo de Utopía ni mucho menos. Hay un punto clave en la buena relación que tenemos todos y por obvio que resulte os puedo asegurar por experiencias pasadas que no le es tan evidente a todo el mundo: el respeto. Cosas tan sencillas como decir por favor o gracias o dedicar un par de minutos a hablar con tus compañeros pueden hacer cambiar el ambiente en la oficina y tu actitud hacia el trabajo.

Así que, la próxima vez que os sintáis a gusto en vuestro espacio, recordad lo fácil que es mantenerlo así. Si por el contrario no acabáis de encajar, probad estos pequeños trucos y si eso no funciona, probad a cambiar de coworking ; )