Ya es verano amigos. Desde hace unos días los más afortunados de vosotros os encontráis disfrutando de unos días de relax en la playa o del ambiente fresco de la sierra. Otros estáis haciendo mentalmente la maleta, contando las horas que quedan hasta que empiecen vuestras vacaciones y sonriendo al pensar que ya queda menos. ¡Qué envidia!

Para algunos de nosotros la espera va a ser un poco más larga (o peor, ¡ya se acabaron las vacaciones!) y ahora nos vemos obligados a trabajar con los termómetros marcando en algunos lugares 40º. Para combatir las olas de calor que nos van a afectar estos meses, desde el Cowork hemos investigado un poco y os traemos estos consejos para que trabajar los meses estivales os sea más llevadero. 5 consejos sencillos, que habréis oído en muchas ocasiones y en su mayor parte de sentido común, pero que esperemos os sean útiles y os ayudarán a mantener el uso del aire acondicionado (si es que lo tenéis) al mínimo.

Acordaros de nosotros cuando el calor apriete y sobretodo disfrutad de las ventajas del verano comiendo un helado en la piscina. ¡Feliz fin de semana!

• Juega con tu horario: Si tienes flexibilidad horaria o la posibilidad de hacer jornada intensiva, aprovéchala; por mucho que te cueste madrugar, según vayan pasando las horas agradecerás no tener que trabajar en las horas de máximo calor. Si tu empresa no te ofrece esa opción, aún así es posible adaptar tu trabajo dentro de tu horario. Hay actividades que requieren un mayor esfuerzo que otras y debes aprovechar las horas más frescas del día para realizarlas, dejando las tareas más mecánicas y fáciles para los picos de calor de la tarde. A nadie se le ocurre ponerse a picar piedras a las tres de la tarde a pleno sol, pero las actividades mentales también cansan y requieren que nuestro cerebro esté hidratado y descansado.
• No menosprecies los ventiladores: Colocando ventiladores en puntos estratégicos  reduces la sensación de bochorno sin hacer un gran gasto energético. Aunque puedan parecer un invento anticuado, lo cierto es que el ventilador hace mucho más que mover aire caliente. El aire sigue las leyes de la termodinámica, lo cual implica que como cualquier fluido al removerse se enfría, llegando a reducir la temperatura ambiental 3 o 4 grados.
• Engaña a tu cuerpo: Hay días particularmente calurosos en los que te gustaría pasarte todo el día bajo la ducha o mejor aún en la piscina, pero eso es bastante difícil cuando estás en la oficina. Sin embargo, nuestros cuerpos tienen sus propios sensores que nos indican cuando hace demasiado calor y podemos engañarlos para que crean que están en un lugar más fresco. Por ejemplo, cuando vayas al baño pásate un paño húmedo por la nuca o mójate las muñecas. El agua toma el calor de tu piel para evaporarse, disminuyendo la temperatura en esa zona, con lo que te refresca la sangre de venas y arterias y en consecuencia todo el cuerpo. 
  
• No dejes entrar al gato: Al contrario que en invierno, lo que quieres hacer es evitar que el calor entre. Tendemos a abrir las ventanas «para que corra el aire» sin darnos cuenta de que el aire de fuera está más caliente que el de dentro. No os estoy diciendo que os encerréis a cal y canto, sólo que vigiléis las horas a las que abrís ventanas y puertas. A primera hora de la mañana aún hace fresco y se agradece algo de corriente, pero una vez el aire de la calle ya se ha calentado es hora de cerrar la ventana y bajar la persiana a media altura para evitar que entre demasiada luz del sol.
• Cuida lo que comes: Tranquilos, no os voy a poner a dieta, pero lo cierto es que en verano lo más recomendable son las comidas ligeras y repartidas varias veces al día ya que así tu cuerpo se mantendrá más hidratado y no se cansará por la digestión de grandes comidas. Hay que procurar tomar mucha fruta fresca y también es bueno aumentar el consumo de lácteos así que los zumos y los batidos son una buena opción para calmar la sed. El azúcar deshidrata y no es nada bueno para evitar la sensación de calor, así que procurar no abusar de bebidas alcohólicas, con gas, muy azucaradas, el café y cualquier otro estimulante. Lo sé, ¡qué será de nosotros sin café! No desesperéis, he dicho no abusar, no evitarlo del todo, al fin y al cabo hay que seguir trabajando.